Nos complació ver un centrarse en los daños en el Libro Blanco, ya que la claridad sobre los problemas y su escala es muy útil. Hay más trabajo por hacer aquí, pero este es un buen comienzo.
El impacto de este Libro Blanco y lo que se derive de él debe juzgarse en función de si más niños pueden disfrutar de los beneficios de Internet de forma segura. Cualquier propuesta que expulsar a los niños de Internet será un fracaso manifiesto.
Este Libro Blanco se centra en lo que las empresas de tecnología pueden y deben hacer. Eso es importante. También se debe reconocer la realidad de que con un contenido nocivo pero legal, el daño se reparte de una persona (o grupo) a otra. En otras palabras, es un comportamiento cuyo alcance y significado se amplifica con la tecnología. Para lograr el objetivo de hacer del Reino Unido el lugar más seguro del mundo para conectarse, tenemos que abordar los problemas de comportamiento en nuestra sociedad que permiten que los guerreros del teclado y los matones en línea digan cosas desde detrás de una pantalla que no poseerían fuera de línea. Si este Libro Blanco desencadena las conversaciones que comienzan a generar ese cambio, hará un gran progreso.