Algunos maestros dijeron que se sentían cómodos enseñando seguridad en línea, pero se sentían menos equipados para lidiar con los problemas pastorales cuando surgían. Esto podría deberse a la incertidumbre sobre qué temas caían dentro del ámbito escolar y cómo discutir temas como el contenido sexual o violento de una manera apropiada para la edad.
Además, el cambio constante dentro del panorama de las redes sociales podría dificultar mantenerse actualizado. Esto, combinado con la naturaleza única de la mayoría de los casos, dificultó el establecimiento de políticas escolares para guiar su enfoque.