Cuando un niño ve acoso en línea, es muy fácil para él tomar represalias. Insultar a una persona, hacer que la gente se una contra ella y burlarse de ella son a menudo formas en que alguien podría intentar detener a un acosador. Sin embargo, esto no hace más que propagar el comportamiento de acoso.
Aunque sea tentador, aleje a los niños de las represalias. Tomar represalias puede tener consecuencias impredecibles, hacer que las discusiones duren más y hacer más difícil ver quién está equivocado.
En su lugar, anime a su hijo a bloquear y denunciar, y a obtener apoyo de un adulto de confianza.
Ayúdalos a practicar esta habilidad con “Playing With Hate”, una historia interactiva de Digital Matters.