¿Cómo puede la tecnología ayudar o, en algunos casos, contribuir a un colapso en el bienestar de los jóvenes?
Los videojuegos, como cualquier medio, no son buenos ni malos por derecho propio. Cuán útiles o cuánto obstáculos sean, depende del contexto en el que alguien los juegue.
Los videojuegos crean un espacio virtual para jugar, conectarse con otras personas y desafiar nuestro intelecto, reacciones e imaginación. Estos son espacios que cuentan historias y nos invitan a aventuras o a participar en batallas competitivas.
Esto significa que los videojuegos pueden ofrecer a los niños beneficios sustanciales de bienestar. Muchos juegos brindan espacio para hablar sobre temas importantes o abordar temas difíciles directamente.
En los últimos meses, he visto a niños de las familias con las que trabajo encontrar calma, control y conexión en los juegos que han estado jugando. Particularmente en juegos en línea donde pueden mantenerse en contacto con amigos.
Para capturar estas experiencias, que pueden ser difíciles de encontrar para los no jugadores, creé algunas listas para padres y cuidadores:
Mi hijo adolescente pasa demasiado tiempo jugando desde el cierre, ¿debería preocuparme?
Aunque puede ser preocupante cuando un niño se enamora de un nuevo pasatiempo, medir nuestra preocupación por cuánto tiempo pasan en la pantalla no es útil. Si bien los niños y adolescentes necesitan un equilibrio de diferentes actividades, si un niño está haciendo el trabajo escolar, comiendo con la familia y participando en actividades externas, no debemos preocuparnos incluso si juegan videojuegos durante muchas horas.
El peligro de esta preocupación general durante el tiempo frente a la pantalla es que nos olvidamos de participar en la actividad real que nuestro hijo está disfrutando. Pasar tiempo viendo a un niño jugar, en lugar de hacer un helicóptero cuando es hora de que se detengan, nos permite apreciar lo que están haciendo. Entonces podemos guiar su juego desde una posición informada.
Complementar el tiempo de juego en línea (donde un niño se conecta y habla con amigos) con videojuegos que jugamos juntos puede garantizar que esté anclado como una parte saludable de la vida familiar. Esto permite a los adolescentes hablar para usarlo más abiertamente si descubren que sus juegos se están volviendo demasiado abrumadores, o si las cosas que suceden en sus juegos los perturban.
Junto con algunas listas de juegos, he creado para recursos para familias tales como AskAboutGames.com y las clasificaciones PEGI ofrecen información excelente sobre cómo establecer límites y controles en el hardware de juegos. Hacer esto con su hijo adolescente es una excelente manera de participar en su pasatiempo y acordar límites saludables para ello.