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Cómo preparar a mi hijo para jugar de manera responsable en Internet

Una familia juega videojuegos juntos y el niño aplaude sus logros.

Los videojuegos brindan muchos beneficios a los niños. Para ayudarlos a experimentar más beneficios, es importante configurar su primera consola para que jueguen de manera positiva.

Para ayudar a otros padres y cuidadores a apoyar los juegos de sus hijos, dos familias comparten sus experiencias.

¿Cuando conseguiste la primera consola de tu primera familia?

Ala es madre de dos adolescentes. Recuerda la primera consola de juegos de su familia, “un regalo de cumpleaños número 8 para mi hijo”, que ahora tiene 17 años. La consola de su familia era una Wii U y un regalo de un amigo de la familia. Del mismo modo, Marie, que es madre de dos hijos de 13 y 8 años, dice que su primera consola fue una Wii. “Tendemos a jugar en familia”, dice. “Ha sido muy divertido”.

¿Cómo fue la instalación?

“A la hora de configurar la consola”, comenta Ala, “no tenía ninguna experiencia”. Sin embargo, afirma que siguió las instrucciones de Nintendo que venían en la caja. “Fueron bastante sencillas y fáciles de seguir”. La guía que siguió también le indicó otros recursos que podría utilizar para obtener ayuda adicional.

Ala dice que, a los 8 años, su hijo era demasiado pequeño para usar consolas sin protección. “Comenzamos por restringir los juegos que no eran apropiados para su edad, incluidos los clasificados para mayores de 12 años, para que no pudiera descargarlos en su cuenta. Nuestra prioridad en esa etapa era principalmente proteger a nuestro hijo del material inapropiado”.

Marie, cuya familia invirtió más tarde en una Xbox, dice que configurar ambas consolas también le resultó bastante fácil. Sin embargo, con la Wii, dice, solo jugaban a juegos sin conexión, mientras que la Xbox "era muy diferente".

“Decidimos crear una cuenta de Xbox Live a nombre de mi marido”, comenta. Aunque tenían algunas preocupaciones sobre la seguridad en línea, les preocupaba más el tipo de juegos a los que podían jugar sus hijos. “En ese momento pensé que sería bastante fácil de controlar porque siempre podríamos ver y escuchar lo que se estaba jugando”.

¿Cuáles son los beneficios y desafíos?

“Es fácil preocuparse”, dice Ala, “pero creo que jugar videojuegos tiene muchos beneficios”. Algunos de estos beneficios, dice, incluyen el entretenimiento, la resolución de problemas y la creatividad. “También podía jugar con amigos, lo que desencadenó muchas conversaciones”.

Ala dice que, a medida que su hijo fue creciendo, pudo ver que la socialización era cada vez más importante. “Llama a sus amigos a través de la consola de juegos y juegan juntos”. Recuerda una ocasión en la que su hijo y sus amigos derrotaron a un jefe en uno de los juegos a los que jugaban y lo emocionados que estaban.

Marie está de acuerdo. “Mi hijastro juega en línea con sus amigos, por lo que jugar tiene un beneficio social real”. Agrega que sus hijos usan los videojuegos para relajarse y ve cómo los juegos ayudan a “desarrollar habilidades para resolver problemas”. El hijo menor de Marie también tiene necesidades educativas especiales, “por lo que también ayuda a desarrollar habilidades motoras finas”.

En cuanto a los riesgos, tanto Ala como Marie se preocupan por el contenido inapropiado y las personas con las que hablan sus hijos en línea. Marie dice que ha visto a su hijo mayor jugando con desconocidos “usando un lenguaje inapropiado y siendo bastante agresivo”. Ala ha hablado con sus dos hijos sobre “los riesgos de relacionarse con desconocidos en línea y acceder a material que no es apropiado”.

Marie también establece límites en cuanto a “la hora del día en que pueden usar las consolas y el tiempo durante el que pueden jugar”. Ella dice que esto la ayuda a mantenerse al tanto de los desafíos.

¿Cómo gestionas el gasto dentro del juego?

Los hijos de Ala tienen ahora varias consolas, entre ellas una Nintendo Switch, una PS4 y una PC o portátil. En cuanto a las compras, Ala dice que sus hijos primero deben hablarlo con sus padres, y la familia puede decidir si vale la pena comprarlas. “Por ejemplo”, comparte, “mi hijo vino hace poco a hablar con nosotros para hablar sobre la compra de un pase de batalla de Fortnite. Una vez que lo decidimos juntos, lo compró con su propia tarjeta bancaria”.

Marie dice que controla los tipos de juegos que juegan sus hijos y qué juegos pueden comprar. Sin embargo, su mayor desafío se produjo cuando su hijastro “acumuló 250 libras comprando complementos” mientras jugaba a un videojuego.

“Al configurar Xbox Live, habíamos vinculado una tarjeta bancaria a la cuenta y no le habíamos dado demasiada importancia. Pero él estaba añadiendo jugadores y otros complementos sin darse cuenta de que no eran gratuitos y, de hecho, los estaba comprando con la tarjeta de su padre”.

En cuanto a la solución del problema, Marie dice que configuraron la consola para “limitar o bloquear las compras dentro del juego” y que pueden anularlas con una contraseña cuando sea necesario. Sin embargo, agrega, “configurar estos controles en las consolas es más difícil que en las computadoras portátiles o tabletas para juegos”.

Consejos para otros padres

“Mi consejo para otros padres que están preocupados por la posibilidad de tener que hacer una gran factura”, dice Marie, “es que, en primer lugar, establezcan límites de compra”. Ella dice que si su hijo tiene una asignación para videojuegos, “asegúrese de que haya controles de pago y contraseñas para evitar que gaste más de la cuenta”.

Añade que también es importante revisar las cuentas y tarjetas con regularidad. “Vinculamos todos los gastos de juegos a una sola cuenta y recibimos una notificación cada vez que se produce un cargo”. Marie confía en que hacer estas cosas la ayudará a resolver rápidamente cualquier problema de gastos que surja en el futuro.

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