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Mamá comparte el impacto psicológico que el ciberacoso tuvo en su hija

La historia de esta madre refuerza la necesidad de hablar y tomar un papel activo en la vida digital de un niño, ya que comparte la batalla de su hija con la autolesión después de ser intimidada.

Dando a un niño su primer teléfono inteligente

Cuando su hija menor, Lily, era 10, quería un teléfono móvil y cuentas de redes sociales. "No era algo con lo que me sintiera completamente cómoda, pero acepté porque todas sus amigas tenían cuentas y pensé que sería una buena manera de mantenerse en contacto mientras se mudaban a diferentes escuelas secundarias", explica Lisa.

Cambios en el comportamiento.

Al principio, todo salió bien, y Lily disfrutaba compartiendo actualizaciones en Instagram y Snapchat. Sin embargo, durante los próximos meses de 18, Lisa notó que Lily se estaba volviendo más retraída e irritable. Luego, cuando Lily era 12, sus padres descubrieron que se había autolesionado.

"Fue un shock horrible", dice Lisa. "Lo hablamos con ella, pero Lily dijo que no sabía por qué lo estaba haciendo".

Buscando ayuda profesional

Los padres de Lily la llevaron a ver al médico de cabecera varias veces en los próximos meses, pero no pudieron llegar al fondo del problema. "Básicamente nos dijeron que nos conectáramos y hablamos con la escuela", dice Lisa. “Lo hicimos, pero fue muy difícil descubrir qué era lo correcto. Seguimos hablando con Lily.

Impacto del ciberacoso en el niño

En enero de este año, Lily ingresó en el hospital después de intentar suicidarse. Fue solo entonces que Lily pudo decirle a su familia que había sido acosada cibernéticamente durante más de dos años y medio. El problema fue reportado a la policía y la escuela, y los matones fueron expulsados, y Lily ahora se está recuperando, lentamente.

Buscar señales y hablar juntos es clave

Todo el incidente ha sido enormemente traumático para toda la familia, y Lisa dice que ahora se toman mucho más en serio el acoso cibernético y el comportamiento en línea. “Ahora reviso el teléfono de Lily todas las noches y me aseguro de que cualquier mensaje potencialmente despectivo sea tratado rápidamente. Mi mayor arrepentimiento es no presionar a Lily para que hable abiertamente con nosotros y que la hayamos dejado sin supervisión en Internet ".

En retrospectiva, Lisa siente que era ingenua sobre el acoso cibernético, a pesar de que ella misma usa Internet regularmente. "Creo que ahora es esencial que hagamos todo lo posible para educar a los padres y cuidadores", dice ella. "Nuestros hijos no siempre pueden hablar con nosotros, por lo que es importante que los padres conozcan las señales a las que debemos prestar atención y qué medidas podemos tomar para mantener a nuestros hijos seguros".

Lisa es una madre ocupada que trabaja para tres niños pequeños y escribe su propio blog, por lo que está segura de usar las redes sociales.

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