Cuando ves un mensaje que dice “chatea conmigo aquí” en un sitio web o una aplicación, ¿te llena de temor porque no tiene el “toque humano”? Como adultos, apreciamos los matices y las complejidades de las interacciones humanas, especialmente cuando se trata de cuestiones como actualizar los datos de pago o impugnar una factura. A menudo preferimos hablar con alguien por teléfono, por ejemplo, porque sabemos que un representante de atención al cliente puede ocuparse mejor de cualquier problema que tengamos.
Sin embargo, esto no refleja del todo cómo ven el mundo las personas más jóvenes, especialmente los adolescentes. En cambio, hablar y conversar es más difícil y tal vez más incómodo.
En Internet, suelo ver que los niños no hacen llamadas telefónicas o no les gusta hablar directamente. Sin embargo, en mi práctica como psicoterapeuta he observado una dinámica diferente. Aunque estos jóvenes pueden dudar en levantar el teléfono, entablan conversaciones conmigo sin problemas. Curiosamente, a menudo me confiesan que prefieren enviar mensajes de texto e interactuar con robots de inteligencia artificial en línea, a veces incluso antes que hablar con sus padres.
En la disciplina de la psicología, tenemos muchas palabras para describir cómo las personas interactúan con los robots de IA y se comportan con el contenido en línea. Pero ¿qué es lo que impulsa a los niños y jóvenes a buscar consejos sobre relaciones de Mi IA en Snapchat o de un amigo "inventado" o "diseñado"?
La teoría del apego, que se centra en los vínculos que creamos en las relaciones, puede ofrecer algunas pistas. Según esta teoría, la amistad satisface la necesidad de los niños de sentirse queridos, valorados y de pertenecer a algún lugar. A veces, los jóvenes incluso toman decisiones conscientes de mantener amistades a costa de sentirse incómodos en lugar de estar solos.
Pero imagina tener un amigo con el que nunca discutes, que nunca lleva la contraria, que siempre está disponible y siempre te dice lo importante que eres para él. ¡Suena idílico! Y esto es exactamente lo que un robot con inteligencia artificial puede hacer por una persona joven, especialmente por aquellas con vulnerabilidades o traumas, o lo más preocupante, por aquellas con problemas en las relaciones reales y aquellas que tienen dificultades para socializar.
Cubro parte de esto en videos compartidos en LinkedIn (primera parte y la segunda parte), destacando los riesgos potenciales asociados con este tipo de relaciones de IA.
De cara al año 2025 y más allá, diría que nuestro papel como padres es estar presentes y fortalecer nuestra relación con nuestros hijos más que nunca. Esto puede ser un trabajo duro, parece que recibimos muy poco agradecimiento, etc. Sin duda, ser padres puede ser una tarea ingrata a veces, pero ahora somos muy necesarios en el mundo de nuestros hijos.
Estemos ahí para ellos para que no necesiten un amigo que podría convertirse en un demonio: IA y Los robots de IA no están libres de fallos¡Seamos la persona que importa en la vida de nuestro hijo!