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Qué hacer si el juego se sale de control

El experto en juegos Andy Robertson da consejos sobre cómo ayudar a los niños a controlar sus emociones cuando los juegos afectan su estado de ánimo o estado mental.

Los videojuegos son una parte normal de la vida familiar moderna y la infancia. Ofrecen una forma única de pasar tiempo juntos y pueden involucrar a nuestros hijos en todo tipo de temas y actividades. Desde la educación hasta el pensamiento profundo, o incluso la resistencia de intentar nuevamente cuando fallan, la mayoría de los padres aprecian tener juegos en el hogar.

Sin embargo, como con cualquier parte de la infancia, las cosas no siempre van bien para todos. Debido a que los videojuegos son medios nuevos y que cambian rápidamente, puede ser difícil encontrar los recursos o tener el conocimiento para mantener las cosas en orden.

Por lo tanto, es importante prestar atención a cómo los niños están equilibrando los videojuegos en sus vidas. Preguntas como estas son útiles para considerar:

  • ¿Está mi hijo físicamente sano y duerme lo suficiente?
  • ¿Mi hijo se conecta socialmente con familiares y amigos?
  • ¿Está mi hijo comprometido y tiene éxito en la escuela?
  • ¿Mi hijo persigue intereses y pasatiempos?
  • ¿Se está divirtiendo y aprendiendo mi hijo en su uso de los medios digitales?

Jugabilidad y emociones

Cuando los niños juegan solos o durante demasiado tiempo, esto puede afectar su estado de ánimo y su estado mental. La frustración, no querer detenerse o incluso la ira pueden ser síntomas que notamos en nuestros hijos cuando han estado jugando.

Aunque es una causa comprensible de preocupación de los padres, es importante saber que estas cosas por sí solas no son un signo de adicción. No necesita entrar en pánico si su hijo está cada vez más enojado cuando juega, pero sí debe prestar atención a cuál es la causa de esta frustración.

Si notas estos efectos, es importante que crees tiempo para disfrutar de los juegos juntos. Jugar con su hijo (o verlo jugar) es un buen primer paso para comprender mejor su estado de ánimo de juego. Esté atento a cómo usan los juegos. ¿Es para relajarse después de un día ocupado en la escuela? ¿Es para conectarse con amigos? ¿Es para escapar de otras tensiones en su vida? ¿Es sobresalir en algo o ganar estatus social? ¿Es que disfrutan el sentido de la experiencia?

Esto puede ayudarlo a separar cuidadosamente la causa y el efecto. Para algunos niños, puede ser la intensidad y la presión para competir en el juego lo que desencadena su comportamiento. Pero igualmente, su comportamiento de juego puede ser un síntoma de otras presiones en su vida.

Comprender esto te ayuda a guiarlos hacia un mejor comportamiento sin culpar, limitar o prohibir los juegos. Si usan los juegos como una estrategia de afrontamiento, eliminarlos puede empeorar las cosas. Al igual que quitarle una sabrosa pastelería o comida cuando alguien está a la mitad de comerla, la reacción es sorprendentemente cruzada.

Encontrar una gama más amplia de juegos para jugar juntos puede ayudarlos a encontrar diferentes formas de beneficiarse de los juegos que juegan. Los niños particularmente más pequeños gravitan hacia los juegos más exuberantes o emocionantes. Introducir juegos relajantes puede permitirles disfrutar de su pasatiempo con un estado mental diferente.

Importancia y límites y estructura

Si, después de jugar juntos y sugerir diferentes juegos, su hijo aún exhibe un comportamiento difícil durante o después del juego, puede ser útil introducir algunos límites. Sin embargo, esto no debe verse como una forma de resolver el problema a largo plazo. Es importante que los niños aprendan a mediar en su propio tiempo de juego sin vigilancia policial para que tengan hábitos saludables.

Donde los límites son útiles es obtener algo de espacio para respirar si el tiempo del juego se está haciendo cargo. El uso de herramientas en su consola de juegos o la configuración automática en Internet con un dispositivo como Circle es una buena manera de hacerlo.

Puede discutir esto con su hijo y juntos acordar qué es un buen tiempo de juego. Esto le permite a su hijo tomar posesión y controlar su patrón de juego, en lugar de depender de usted para vigilarlo.

Aquí, nuevamente, hace una gran diferencia si juegan juntos. Además, algunas investigaciones (quizás con un libro como Taming Gaming https://unbound.com/books/taming-gaming) le permiten presentar una gama más amplia de actividades en pantalla para que jueguen.

Evitar medicalizar los malos hábitos

Con la incorporación de nuevos criterios médicos de la Organización Mundial de la Salud para el trastorno del juego, es fácil suponer que su hijo tiene un problema médico. Si bien una pequeña minoría caerá en este diagnóstico, la mayoría de los niños padres se preocupan demasiado por jugar demasiado. Es un problema de crianza en lugar de un problema médico.

Hacer referencia al trastorno de juegos de la OMS es útil para distinguir cosas. La OMS declara que "para que se diagnostique el trastorno del juego, el patrón de comportamiento debe ser lo suficientemente severo como para provocar un deterioro significativo en las áreas personales, familiares, sociales, educativas, ocupacionales u otras áreas importantes de funcionamiento y normalmente habría sido evidente por lo menos para 12 meses."

Para cumplir con este criterio, un niño necesitaría sufrir impactos negativos en áreas cruciales de su vida debido a los juegos (no ir a la escuela, comer adecuadamente o cuidar la higiene personal), pero luego continuar persiguiendo y escalando su juego a pesar de esta. Solo cuando esto ha continuado durante 12 meses caen en el espacio de la adicción.

Si encuentra que su hijo cae en este criterio extremo, es importante obtener ayuda profesional. Si bien hay muchos servicios especializados en adicción a los juegos, busque un enfoque holístico con tratamientos empíricamente válidos.

Si bien las clínicas de adicción a los juegos, los grupos de Facebook, los campamentos de desintoxicación y las redes ofrecen ayuda con entusiasmo, el peligro es que centrarse únicamente en los hábitos de juego puede enmascarar otros problemas. Lo mejor que puede hacer es hablar con su médico de cabecera, quien puede brindarle el asesoramiento médico adecuado.

Conclusión

Armado con este consejo y una clara comprensión del trastorno del juego, usted está en una posición sólida para apoyar a su hijo en esta área de la vida como lo hace en cualquier otro lugar.

Recursos

Obtenga más información sobre el libro de Andy Taming Gaming: Guide Your Child to Video Game Health para ayudar a su hijo a aprovechar al máximo su experiencia de juego.

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