Tener una conversación sobre el tema.
De muchas formas, se han roto tabúes importantes. La 'conversación incómoda' de papá o los constantes 'recordatorios' de mamá sobre temas relacionados con las drogas, el abuso de alcohol o la educación sexual es ahora algo común para los adolescentes, casi un rito de iniciación.
Lo mismo no es cierto para las conversaciones sobre extremismo y terrorismo. Tiene que haber un cambio. Las familias a menudo enfrentan una variedad de preocupaciones aquí. Primero, los padres pueden no saber qué decir. Segundo, pueden temer ser estigmatizados. Tercero, pueden no ser conscientes de que su hijo se está desviando hacia puntos de vista extremistas.
Como el fenómeno de la radicalización en línea y el reclutamiento de nuestros jóvenes de todos los sectores de la sociedad continuará, es vital que invirtamos en medidas de desarrollo de resiliencia ahora.
Papel importante de las familias para disuadir a los niños de las ideas extremistas
Las familias están en primera línea en esta batalla por las ideas. Pueden desempeñar un papel fundamental al proporcionar una alternativa emocional a las ideas exageradas de los extremistas. La investigación muestra que las familias son un factor decisivo para limitar el factor de atracción del extremismo en las comunidades. Por eso es crucial que las familias hagan más. Y es por eso que brindarles confianza y apoyo es esencial.
No necesita ser un imán o un funcionario antiterrorista para saber que su hijo tiene dificultades y está tomando caminos peligrosos. Puede ser una cuestión de intuición y debemos valorar la intuición de un padre. Más importante aún, conoces a tu hijo mejor que nadie, así que confía en tu instinto.
Pasos para proteger a los niños de la radicalización.
Pero no se trata solo de detectar los signos de radicalización; Hay pasos que se pueden tomar para proteger a sus seres queridos con anticipación. Educar a sus hijos y tener una conversación abierta y honesta sobre estos peligros (radicalización, extremismo y terrorismo) nos permite enmarcar el problema antes de que lo hagan los extremistas.
Estas cosas no son tan difíciles como pueden parecer inicialmente, y sabemos cómo hacerlas. El extremismo y el terrorismo son algo similares a los problemas mencionados anteriormente.
Los perfiles de terroristas y extremistas conocidos a menudo revelan vidas previas de inestabilidad emocional, consumo de drogas, criminalidad y otros problemas mentales desafiantes, que pueden ser comunes en los jóvenes.
El extremismo es un proceso de explotación al igual que la preparación y se enfoca en los problemas de desarrollo que enfrentan todos los jóvenes. Y así como los padres se han vuelto cada vez más hábiles para abordar estos problemas, y se han formado redes de apoyo para ayudarlos, también debemos trabajar juntos para prevenir la radicalización y contrarrestar el extremismo.